Ahondando raices
Ahondando raíces y retomando mi idioma materno. Así he decidido escribir la que imagino será la última o una de las últimas entradas desde España antes de regresar a California. Pero de algún modo ya no estoy tan triste como los últimos meses. Y es que no hay nada como una buena charla para poner las cosas en su sitio, y sobre todo, en claro.
Estoy muy contenta de que Vinh y yo hayamos podido llegar a un acuerdo, y el atisbar la posibilidad de vivir aqui permanentemente dentro de unos pocos años, hace merecer la pena la incertidumbre y la pena de meses pasados. No obstante, he de tomarme estos acontecimientos poquito a poco. Tenemos cuatro o cinco años por delante en los que no sólo nos hemos encomendado la ardua tarea de ahorrar para comprar casa en España. Pero pienso disfrutar de los años que estemos allí, aunque a veces me asaltan ideas que me dictan que allí he de hacer lo posible para no estar todo lo cómoda que pueda llegar a estar. Ya se sabe... por no caer en la tentación de querer quedarme allí. No lo creo posible, pero dados los tumbos de continente a continente que he dado en los 6 últimos años, nunca se sabe...