Culo inquieto

Ya han pasado dos años desde que llegamos a California tras un paréntesis de otro año viviendo y trabajando en Madrid. El blog sigue su curso, esta vez más centrado en este "life'changing event" que nos está pasando. Y como siempre (o casi)el blog sigue llegando...¡¡¡EN ESPAÑOL!!! Sumamos y seguimos, y añadimos un nuevo miembro a nuestra familia: Sarita Do-Fernández.

viernes, 29 de agosto de 2008

Llanto

¿Qué esconde el llanto de un bebé? Hambre tal vez, un pañal sucio, ganas de mimos, fiebre, gases quizá, sueño, cansancio... Su llanto esconde lágrimas, desconsuelo y muchas dudas, de los padres porque apenas aprendemos a diferenciar unos llantos de otros, pero seguimos sin tenerlo dominado al cien por cien. A veces esconde nervios, frustración, enfado, desesperación, esperanza, insitinto, miedo; "¿Lo estaremos haciendo bien?" Uno no sabe cómo ayudar, qué hacer, qué no hacer... ¿La estaremos mal acostumbrando si la cogemos en brazos? ¿Estaremos siendo crueles y fríos si la dejamos llorar?
El llanto de mi niña esconde a una sirvengüenza que por la noche dice "que te duermas tú", a una madre que se turna con su padre para seguir aprendiendo con cada "crisis", con cada lágrima e intentan hacerlo como lo hacen cuando aprenden con cada puchero, gorgojeo, sonrisa y mueca.

viernes, 22 de agosto de 2008

Reality Check


Hace dos días decidí quedarme en casita porque el tiempo acompañaba al plan: nublado, frío y tristón. Me quedé en casita y le di una vuelta a los trapitos que ya no me valen porque me están grandes (ropa pre-mamá) y saqué los de entre-tiempo, como les llama mi mami, es decir, para el otoño que se acerca. Craso error el mío, si tenemos en cuenta que esa ropa de entre-tiempo no es de embarazada, sino la que me quedaba bien hace nueve meses o más, antes de que mi cuerpo sufriera estos cambios irreversibles de los que me hablan amigas y madre. Mis vaqueros favoritos, unos que no me costaron preciasmente poco en Zara, mis skinny jeans... ¡¡¡no me entran!!! Pero, ¿por qué? ¿Mentían todos los que me decían durante el embarazo que yo estaba igual salvo por la tripa? ¡¡¡Pero si no me entraban desde la zona de los muslos!!! Ya me han dicho todos que no sea ambiciosa, que apenas han pasado tres semanas, pero no lo he podido evitar... Algunas en mi situación estarían súper felices, comprándose un nuevo armario con la excusa del cambio de talla. A mí, en cambio, no me hace ni puñetera gracia. No olvidemos que este curso escolar que ahora comienza, estaremos viviendo con un solo sueldo y no podremos hacer excesos de este tipo, como mucho en las rebajas de enero en Madrid o en el Ross de aquí de San José.
En fin, el próximo mes, haremos otra intentona y ya "reportaré" los nuevos (esperemos) y mejores resultados.

domingo, 17 de agosto de 2008

El primer baño

Aquí está el testimonio fotgráfico y el vídeo del primer baño de Sara. ¡Quién fuera ella para disfrutar tanto!

Esclavos del reloj

Esta última semana me ha dado la impresión creciente por momentos de que el tiempo es líquido que se me escapa por entre las grietas de las horas, vapor que se esfuma por las esquinas de los minutos, y arena que se precipita al vacío de los segundos. Lo contemplo esclava del reloj de muñeca, del de la mesilla de noche de Vinh, del del ordenador o el móvil. 2 horas, con suerte 3 o en ocasiones hasta 4. Períodos de tiempo que se suceden monótonamente hasta completar el circulo de las 24 horas. 30 minutos de toma de pecho iniciados por un llanto medio endfadado, seguidos por otros 30 de "provechitos con palmaditas en la espalda" y cambio de pañales, alguna siesta ocasional o más llantos y más paseos con la niña por la casa. Y cuando por fin se duerme, se crea o no, ya toca empezar otra vez: otra toma iniciada por llantos, otros provechitos y otro pañal... y vuelta a empezar.
Hoy intento robarle al tiempo algo que no pertenece a estos ciclos, y esta hora le he robado unos minutillos para escribir en mimaltrecho pero no olvidado blog. Y como parece que la suerte me sonríe con una siesta matutina inusual por parte de Sara, haciendo un alarde de malabares con estos minutos, voy a ver si subo el vídeo del primer baño de la niña. Hasta... ¿pronto?

domingo, 3 de agosto de 2008

¡La leche!


Ni el embarazo ni el parto: lo más difícil por ahora ha sido el tema de la leche.
Resulta que al principio no tenía leche, y encima Sara me hizo daño en un pecho, que se me quedó el pobre inutilizable por unos días. Como tiene ictericia (está amarillita por exceso de bilirrubina, aunque suena a canción y cachondeo), necesitaba comer mucho para irla expulsando, pero mi pecho no era suficiente. Así que en el "new born club" del hospital (el club de los recién nacidos) nos dijeron que le teníamos que dar biberón.
El biberón le encantó: se saciaba muy rápido y además no tenía que hacer tanto esfuerzo para conseguir su comida. Gratificación instantánea, en definitva. Mientras tanto, he tenido que sacarme leche a lo "central lechera asturiana) para seguir estimulando la producción aunque Sara no mamara. Cuando mi pobre tetilla se recuperó, me subió la leche, no sé si por la cerveza que me tomé siguiendo el consejo de muchas amigas o porque ya era hora.
Leche. Mucha leche. Leche en cantidades industriales. Leche que no me cabía en el cuerpo. Leche en tubos y más tubos que ahora pueblan el congelador de mi cocina. La felicidad no podía ser mayor: por fin podría dar el pecho a mi hija. Pero no ha sido así de fácil. Sara decidió que mamara Rita la cantaora, que el biberón era más fácil. Días de drama. Yo llorando, Sara enganchada al bibi... hasta que a Vinh se le ocurrió que saciándola un poco para que se le pasara el llanto y cambiando rápidamente al pecho, igual podíamos acostumbrarla de nuevo a mí. Y funcionó.
Hoy hemos vuelto al "club" por última vez porque entre los sabios consejos de la enfermera brasileña Silvia que me ha exprimido física y literalmente el pecho, ha pesado a mi niña y ha encargado análisis de sangre para ver los niveles de "bili", como le dicen aquí cariñosamente los del hoapital, ya han decidido que Sara está encarrilada, cogiendo peso, menos amarillita, hecha una pro de la teta.
Nos ha despedido diciendo "nos vemos el año que viene". No sé yo, pero si algo me anima es saber que con un segundo hijo no tendría que pasar por estos quebraderos de cabeza que el líquido elemento me ha dado, y me podría dedicar como ahora hago a disfrutar de esos momentos tan especiales que compartimos Sara y sus morritos de pez, mi teta y yo.


viernes, 1 de agosto de 2008

Tarde en familia


Viernes 1 de agosto. Mami cose en el sofá. Vinh monta un columpio super sónico en el dormitorio. Sara duerme en su cuco. Yo le robo minutos al reloj para limpiar el baño, limpiar el polvo y escribir. No hay mucho que contar. Ahora lo más excitante es el cambio de pañales, el baño, las tomas de pecho y bibi, el modelito que llevará Sara... pero me siento muy en familia. Sólo nos falta el yayo Manolo, y mi abuelo Juan, que ya no llegará a conocer a su bisnieta, y mi yaya Juli que también está lejos. Pero me conformo con lo que tengo y lo disfruto, entre el sueño del no dormir y la admiración que me produce ser madre.

Qué fuerte, soy madre... aun no me lo creo del todo. Unos empujones y de ahí estaba Sara, en mi regazo. Cuatro días más tarde, de mi regazo al salón con todos nosotros, como si siempre hubiera estado aquí. Qué plenitud y qué felicidad da esta tarde en familia.

Aquí tenéis más fotos de nuestra muñequita, un poco amarilla aún, pero la más muñequita de todas las muñequitas pese al amarillito, y algunos vídeos:

http://picasaweb.google.com/susivinh
http://es.youtube.com/user/susivinh