La maratón

He tenido el blog un poco abandonado durante las últimas semanas, pero es que el ánimo no acompañaba a la escritura. Además apenas me ha quedado tiempo entre lloriquear los primeros días de clase y todo el trabajo que estos han supuesto.

La verdad es que estoy muy contenta con mis niños. De momento sólo tengo 15, y espero que no me vengan más porque estoy muy a gusto con solo los que tengo. De los 15, 13 son hispanos, y dos niñas son negritas. Son todos una monada, aunque después de cinco días, ya empiezan a dejar de ser angelitos y van mostrándose más como son realmente.

Los compañeros del colegio son una mezcla rara, y no sé de quién puedo fiarme, porque hay muchos que son miembros de esta secta del Foro Abierto que tengo que enseñar, y otros no se sabe muy bien. Así que yo por si acaso, me junto con Inma y con Pedro, los dos españoles de turno que trabajan allí y que son super majos.

De lunes a viernes no me queda mucho tiempo para verles porque los diez minutos de recreo por la mañana y los 35 de la comida no dan para más. Pero los fines de semana son otra historia. Llegamos a ellos como corredores de maratón que cruzan una meta. El fin de semana es la meta, los compañeros de España, el agua.

Este finde lo hemos tenido completito, con partido de baloncesto en casa a las pun, cena y cerveza en Alameda, fiesta de cumpleaños en Berkeley y lunes de puente. Hoy nos lo hemos tomado con calma y hemos sido buenos chicos: nos hemos mirado la lección para mañana.

Ahora Vinh toca la guitarra mientras esperamos a Mr. David Barker, en castellano David Ladrador, que supuestamente tiene que llegar dentro de poco a ponernos la DSL, o en español, ADSL. A ver si con ello me animo a escribir desde el sofá más a menudo.