
Y sufro porque, evidentemente, éste no es mi cuerpo. Hoy hemos hecho eso que tanto había querido hacer: pilates. Pero... he tirado la toalla. Vinh y yo nos hemos enfundado la equipación Nike, super fashion y monísimos los dos. Hemos ido poco menos que dando saltitos hasta el gimnasio. Hemos llegado a la clase, hemos cogido las alfombrillas, inspirado, espirado... y ese ha sido el final de mi tarde feliz, porque la profe se ha flipado un poco con la tabla de ejercicios. Me he sentido como una ballena en un pozo, torpe y fuera de lugar. Ahora no solo tengo mi autoestima por los suelos, sino que además me duele cada músculo de mi cuerpo. Y eso que dicen que es un deporte de bajo impacto. No sé qué significa lo de bajo impacto, porque me encuentro física y mentalmene agotada. Me limitaré a aquello de la bici estática y la piscina, que sí parecen lo mío.
1 Comments:
El running-after-the-kids dicen que está muy bien, mejor que pilates, incluso... A mí me va estupendo pero termino tan agotada y falta de calorías que me como hasta un burro. Es lo malo que tiene.
Publicar un comentario
<< Home