El estilo de vida cambia con los años, o al menos en el caso de Vinh (mi querido marido) y la que suscribe así está sucediendo. Tal y como él dice, estamos más domesticados, y es que ayer mientras paseábamos, me confesó aquello que, hoy por hoy, le hace suspirar: una barbacoa y una mecedora con reposa-pies. Y yo, mientras escuchaba sus dos deseos, el objeto de sus delirios, no podía dejar de pensar en aquel Vinh, con la mochila literalmente a la espalda, que hace 8 o 9 años suspiraba por recorrer Europa. Mi chico aventurero y con ansias de ver mundo ahora cambia su reino por un otomán y una barbacoa para el jardín. El cambio ha debido de ser gradual y ni siquiera sé cuándome azotó a mí. Empezaría cuando aún viajábamos pero comenzamos a cambiar los hostales por hoteles, y de ahí pasamos a los "resorts", para culminar con este embarazo que nos va a convertir en padres. Cambiamos las compras desenfrenadas en Zara y H&M por la sección de saldo de Baby Gap, Carter´s y Children´s Place. Los bares de tapas por BabiesRUs. Los caprichos por la hipoteca. Las vacaciones en otro continente por el seguro de vida y el plan de pensión.
4 Comments:
Susi echaba de menos tu blog....supongo que los nuevos habitos de vida influyen tambien con esto del internet.
Me gusta vuestro nuevo estilo de vida pero...ya os volvera a dar la vena vaenturera, deeso estoy segura.Unh besazo Irene.
Jo, yo también lo echaba de menos... pero entre unas cosas y otras, se me van pasando los días, y los días se convierten en semanas... y así nos plantamos ya en el mes de mayo.
Supongo que la vena aventurera dormita, como los volcanes, pero siempre puede irrumpir en un momento dado... qué nos depara la nuestra, aun no lo sabemos.
Besos, Irenita.
Seguro que cuando Sara y el pequeño Vihn (¿?) vayan a la universidad les volverá a entrar las ganas de agarrar la mochila de nuevo.
Mientras tanto, soñar con mecedoras no está nada mal. Mientras haya sueños, ¿qué más da que vayan cambiando?
¿Pequeño Vinh? What??? Madre mía, para cuando vaya a la uni, seré una cincuentona, igual sin energía, o igual con toda la del mundo. El caso es que la visión de ser una cincuentona me ha dejado peor que la falta de planes aventureros. Pero sí, seguramente tienes razón y lo importante es tener sueños, los más dulces de mi vida en estos momentos.
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