¡Ozú, qué caló!

Tremendo aplatanamiento, acompañado de dolores de cabeza y mal humor. Y es que el aire acondicionado no da abasto. Aquí en San José incluso ha habido cortes en el suministro de energía, pequeños incendios por las colinas y la caída de algunos servidores de internet, como ha pasdo con yahoo. Por más que lo intento, no puedo accerder a mi cuenta de email. Seguro que mi padre se alegraría tanto de esto...

Yo no sé si será por el cambio climático, el "global warming", que lo llaman por aquí, pero estas olas de calor parecen cada vez más frecuentes y el panorama no se prensenta muy alentador. Un día de estos me voy a encontrar con la sorpresa de que el agua a esta orilla del Pacífico tendrá una temperatura que me permita bañarme, pero... ¿habrán tenido que emigrar las focas y los leones marinos ese día? Si es así, prefiero no bañarme aquí nunca...