Tras dos semanas lejos de Madrid, veo que todo por allí sigue más o menos igual. Las máximas altas, las mínimas altas también (32 grados en el Valle de Lozoya)... pero aunque nada cambie, lo echo de menos y siento que me pierdo cosas. Me acuerdo de mi casa, bueno, de la de mis padres. Del ventilador del salón, del tecito en el comedor, de la piscina, las ciruelas, Pintas, las uvas en la parra y el clio rojo aparcado. Cuando me pongo triste porque me acuerdo de estas cosas, pienso en el piso nuevo y miro fotos, o miro a Vinh, me tomo algo, esucho música y me pongo a bailar, como la canción del grupo Pereza.
Ánimo, madrileños, que dice el hombre del tiempo que aunque domine el tiempo estable en este inicio de agosto, bajan las temperaturas a partir del juves (máximas de 34 grados sólo). Yo, por si siguen subiendo, me sumo al reto del agua.
Me despido con una foto de una puesta de sol en Madrid, como en el programa del tiempo de Telemadrid. Cuando vuelva a España, me voy a animar y voy a hacer alguna y a mandarla, Conchi.
1 Comments:
bueno su, ya veo que sigues echando de menos spain! en cada post tuyo se refleja..ánimo y quédate con todo lo bueno de california, todas esas pequeñas cosas que echabas de menos cuando estabas aquí... que ya tendrás tiempo de disfrutar las de aquí (las buenas y las malas). un besazo.
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