Reunión en Los Árboles

Ya han pasado dos años desde que llegamos a California tras un paréntesis de otro año viviendo y trabajando en Madrid. El blog sigue su curso, esta vez más centrado en este "life'changing event" que nos está pasando. Y como siempre (o casi)el blog sigue llegando...¡¡¡EN ESPAÑOL!!! Sumamos y seguimos, y añadimos un nuevo miembro a nuestra familia: Sarita Do-Fernández.
20 de agosto – Cumpleaños de Miriam
El pánico sigue siendo el rey en los aeropuertos, y yo ya no sé ni qué creerme de todo lo que nos cuentan en las noticias en general y con mucho más escepticismo en América en particular.
Gallardón puede que se presente a las elecciones generales, lo cual me recuerda que tengo que inscribirme nuevamente en el Consulado de España en San Francisco. Si el Faraón saliera presidente, no sé cuánto dinero no destinaría a la cartera de Fomento, ya que con su pasión por las obras, ese sería un paso lógico a seguir para él.
No sé si habrá sido el pobre usado como chivo expiatorio, él sólo puso voz a lo que nos llamaba la atención a los demás, pero los demás estamos ahora con el culo al aire, más que nada por la bajada de pantalones que al menos yo estoy haciendo, ya que no me queda más remedio que pasar por el aro y no cuestionar nada si quiero un sueldo todos los meses y mantener el contrato que a Vinh y a mí nos permite tener tres semanas de vacaciones estas navidades y poder ir a la boda de Deborah. Sino, creo que yo también me habría quejado al MEC, ya que me siento un poco abducida por una especie de “secta”.
Ya llevamos tres días viviendo en Hayward. Este pueblo/ciudad no hay casi nada de vida, pero al menos es más seguro que Oakland. Nos quedan dos semanas para empezar a trabajar con los niños, y en ese tiempo, aun nos quedan cabos por atar.
El que más nos urge es terminar de comprar los muebles, porque de momento nos toca comer de pie con los platos apoyados en la barra americana de la cocina. A ver si mañana en Ikea terminamos de una vez, porque francamente, aunque jamás hubiera pensado que fuera a decir esto, estoy cansada de andar de compras. Además, con eso de que ahora sólo gastamos y no entra mucho dinero… pues tenemos que andarnos con ojito.
A la cita a ciegas se ha unido otra española, catalana, que conocí en un de mis famosos cursillos. Y el punto de encuentro, un bar que se llama Pri Pri Café, regentado por un madrileño que nos ha servido a Vinh un desayuno de café con leche y tostada andaluza, y a mí, cómo no, un Cola-Cao con leche fría; bueno, el Cola-Cao me lo ha servido su mujer japones. Total, que el madrileño estaba ocupado intentando conseguir una licencia para vender alcohol, porque imaginareis que unas tapas de sobrasada, cantimpalitos y chistorra como las que nos hemos tomado sin vino o cerveza, pues bueno, dejaban que desear…
También estaba madurando la idea de hacer partidas de mus los domingos en el bar, y es que si en San José éramos ciento y la madre de España, me da la impresión de que por esta zona somos aun más. Valga añadir que sólo este mes de junio hemos venido 20 a trabajar a Oakland…
Lo dicho, os dejo, que me voy a dormir. A ver si mañana se nos da bien el día, compramos y venimos a casa prontito, que Ikea, con esto del móntalo tú mismo, nos quita mucho tiempo. Eso sí, sin herramienta ninguna estamos hechos unos hachas del bricolaje. Si lo ve mi padre, ni se lo cree… Haremos fotos para constatarlo. Pero eso será ya otro día…